El Método Callan se basa en el constante intercambio de preguntas y respuestas entre el profesor y cada uno de los alumnos, siempre en inglés y a un ritmo acelerado de 240 palabras por minuto, mientras el ritmo de conversación normal entre ingleses es de 180.
A diferencia de otras materias, un idioma se aprende mejor de forma rápida. La velocidad en que se basa el Método Callan al alumno le hace concentrarse más, evitando que traduzca mentalmente para responder, le permite oír un mayor número de palabras, le hace más fácil la comprensión y por supuesto, le hace aprender más rápido.